jueves, 20 de marzo de 2025
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Feliz celebración de la música argentina del presente: EMC DAMUS, 15 años

LECTURA RECOMENDADA

Ensamble de Música Contemporánea del (DAMUS-UNA)

Departamento de Artes Musicales y Sonoras – Universidad Nacional de las Artes.

Santiago Santero
Ensamble de música contemporánea del DAMUS, Director Artístico y Musical; Sebastián Tellado, Director asistente; Samara Pierpaoli, Flauta; David Bortolus, Oboe; Lautaro Abrego, Clarinete; Julián Goldstein, Trompeta; Luis Alberto Mariño Fernández, Violín; Andrés Hojman, Viola; Alejandro Becerra, Cello; Malena Levín, Piano

Programa:

Carlos Mastropietro (1958-)
Encuentro. 2020. Para flauta, oboe, clarinete, trompeta, piano, violín, viola y
violoncello
Escrita para el EMC

Matías Ocarez (1996-)
Nocturno I: Artefactos. 2022. Para flauta, oboe, clarinete, trompeta, piano, violín, viola
y violoncello Estreno. Escrita para el EMC

Gerardo Gandini (1936-2013)
Tri Oneiron. 1980. Para clarinete, viola y piano

Carmen Baliero (1962-)
Es curioso. 2024. Para flauta, oboe, clarinete, trompeta, piano, violín, viola y
violoncello
Estreno. Escrita para el EMC

Santiago Santero (1962-)
Episodios sobre Beethoven. 2021. Para flauta, oboe, clarinete, trompeta, piano, violín,
viola y violoncello
Escrita para el EMC

Alejandro Aguilar (1988)
Pulso. 2024. Para flauta, oboe, clarinete, trompeta, piano, violín, viola y violoncello.
Estreno. Escrita para el EMC

Seis propuestas claramente diferenciadas y con propuestas individualmente precisas se reúnen en un conjunto verdaderamente apasionante; ordenadas de manera contrastante es posible seguirlas, con el hilo conductor de brevísimas introducciones a cargo del director Santiago Santero.

“Encuentro 2020” de Carlos Matropietro pone en juego racimos sonoros cuya estructura interna se mueve casi más allá de lo perceptible, con insistentes detenciones irregulares en “calderones”, donde se silencian algunas partes mientras que otras se sostienen. Además de requerir efectos no convencionales – los instrumentistas deben hablar dentro y fuera de sus instrumentos, agregar silbidos, golpes percusivos, soplidos en botella – la atmósfera puede parecer áspera y hasta agresiva, con frecuentes y fuertes ataques que no desdeñan extremos del registro, para una apertura del concierto, que no deja de impresionar por su enérgica dinámica. Otra característica es la variabilidad del orgánico, algunos instrumentos son obligados mientras que otros son reemplazables, sustituibles por otros. El compositor mismo participa del ensamble esta vez. Y agregamos aquí que con intérpretes tan sobresalientes como los del EMC la celebración es doble…

Con “Nocturno – Artefactos” de Matías Ocarez, estudiante de la carrera de Composición de la DAMUS, la atmósfera no podría ser más lejana. El “pianissimo” genuinamente nocturnal del que emergen figuraciones melódicas reconocibles aun cuando tenues (en el debate a posteriori Matías explica la presencia de escalas octatónicas que van cruzándose, considerándolas por analogía como interferencias en una operación digital) hasta desaparecer en un magma final, tan acariciante como el mismo desarrollo.

El homenaje al maestro Gerardo Gandini (la misma sala del CETC lleva su nombre) se hizo presente con la obra de menor orgánico de la selección presentada, “Tri Óneiron” (gr. antiguo, “tres sueños”) precisamente un trío para clarinete, viola, piano. En esta oportunidad el último ocupa el centro, mientras los otros dos se encuentran a distancia, izquierda y derecha, asomando apenas desde el pasillo que rodea el espacio escénico. Asimismo, figuraciones a veces en límites de registros instrumentales contra un “moto perpetuo” y arpegios ascendentes del piano, muy lejano del vocalismo delicado e inmediatamente recordable de sus canciones de cámara o de su ópera “La Ciudad Ausente” que se repusiera en la sala grande del Teatro Colón en 2023.

Toca el momento del humor vecino a la ironía, con “Es curioso” de Carmen Baliero, encargada de enunciar los textos, que hacen presente otra vez la figura de Gerardo Gandini, punteados por consonantes sostenidas en la voz, y acciones disruptivas; los instrumentistas desgarran hojas de partitura para arrojar los pedazos displicentemente al piso, o bien hacen sonar su instrumento ocasionalmente de modo cercano al ruido incisivo… otros tantos reflejos sonoros de las desconcertantes ironías verbales. Tres figuras aparecen en las líneas coloquiales (luego la compositora explicará que corresponden a una atmósfera más cerca de la conversación y los recuerdos personales que del ensayo escrito, rehusando ponerlos en registro cantado), mencionando tres personajes: el propio compositor, en una época vecina a la soledad, el abandono y hasta de la inacción (tener que dar clase frente a un aula vacía lo que lo lleva a estudiar o tocar Schubert antes que hundirse en el silencio, o carecer de encargos de composición y de medios de supervivencia), comentarios algo punzantes sobre el pionero Juan Carlos Paz (recordemos que dicha característica no le faltaba, precisamente, al introductor de Schönberg y su método de los doce sonidos en nuestro medio), y finalmente, Thelonius Monk (es conocida la admiración de Gandini por grandes maestros del jazz) que insiste en este último caso no sólo en girar alrededor de su música y sus silencios sino en imaginarios círculos en los que se encontraría extraviado…

Los (tres) “Episodios sobre Beethoven” de Santiago Santero fueron escritos en ocasión de una serie comisionada a cinco compositores por el Instituto Goethe de Buenos Aires, “Beethoven inconexo”, basados en la “Grande Sonate Pathétique” no.8 en do menor op 13 (1798-9) y dedicada al Príncipe Carl von Lichnowski (que se encuentra presente sólo como “deixis en fantasma” a lo largo de la obra). Como relata Santero en el muy interesante debate luego del concierto, el primero imagina a músico de Bonn improvisando al piano… de lo que no tenemos testimonios, por lo que los sustituye con la propia música. El segundo, un notable interludio para las tres cuerdas con sordina de metal y “sul ponticello” lo que da sonidos no sólo apagados sino inquietantemente ominosos, supone la sordera de Beethoven, mientras que el tercero nos presenta al músico dirigiendo, y – como señala otra vez el autor – una fugaz emergencia esta vez de la “Waldstein-Sonate” (no. 21 en do op.23) en un ensanchamiento en expansión enlentecido disolviéndose en acordes iterativos del piano.

“Pulso” del Alejando Aguilar, también estudiante de la Universidad de las Artes, pone otra vez en juego todo el orgánico del Ensamble para alternativas que presentan ataques intensos con suspensiones y fragmentos “melódicos” que se cruzan o truecan – en la charla posterior el compositor descubrirá, frente a una pregunta sobre cierta impronta “stravinskiana” – como un rasgo de humor.

Luego de que el concierto terminara, el director del EMC invitó al público asistente a que quien lo deseara, podía permanecer en la sala ya que los compositores responderían las preguntas que surgiesen. Y las intervenciones que se hicieron oír demostraron formación musical y entendimiento inclusivo de la música que se acababa de escuchar. Sólo dos de la obras se encuentran accesibles en la plataforma YouTube, una de ellas con partitura-“scroll” ( https://www.youtube.com/watch?v=-e4m8RhCRZU ) el otro la filmación de un concierto ( https://www.youtube.com/watch?v=kHyfA00mB3U ) lo que permite apreciar detalles que de otro modo bien pueden pasar inadvertidos. Pero es cierto casi todas las de este concierto fueron estrenos.

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