El hechizo de RUSALKA en La Scala de Milán

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Foto gentileza,Milán© Teatro alla Scala / BRESCIA & AMISANO


Teatro alla Scala
Dvorák: RUSALKA
Nueva producción
Dmitry Korchak, Elena Guseva, Olga Bezsmertna, Jongmin Park, Okka von der Damreau, Jirí Rajnis, Sveltina Stoyanova, Hila Fahima, Juliana Grigorian, Valentina Pluzhnikova, Ilya Silchukou. Dirección musical. Thomas Hanus. Dirección de escena: Emma Dante.

La noche en que Rusalka hizo su debut en el aclamado Teatro Alla Scala de Milán, dirigida magistralmente por Emma Dante, nos sumergió en un mundo de ensueño y cuento de hadas. La visión artística del escenógrafo Carmine Maringola se destacó en su esplendor, ambientando el primer y tercer acto con el telón de fondo de ruinas de una iglesia gótica parcialmente sumergida y cubierta de vegetación. La naturaleza también conquistó el segundo acto, donde un bosque se transformó en el palacio del Príncipe, con el suelo inundado. En este escenario vibrante, los bailarines, vestidos como animales salvajes, cazadores y ninfas, desempeñaron un papel omnipresente. No podemos dejar de mencionar el sofisticado vestuario diseñado por Vanessa Sannino, que contribuyó a crear un ambiente mágico inolvidable.

Foto gentileza,Milán© Teatro alla Scala / BRESCIA & AMISANO

El personaje de Rusalka, interpretado por la soprano Olga Bezsmertna, trajo a la vida a esta infeliz ninfa con una pasión y una técnica impecable, permitiendo que su voz se adapte a las cambiantes emociones de las ninfas. Dmitry Korchak, en el papel del noble príncipe, nos regaló una voz hermosamente coloreada que podía moldear a la perfección en los momentos más delicados, como en el emotivo dúo final. La mezzo Okka von der Damerau, una especialista en Wagner, encarnó una Ježibaba inflexible e intransigente, mostrando poco aprecio por la traición y el arrepentimiento de Rusalka. La soprano Elena Guseva apoyó su papel de princesa extranjera con una voz sonora y una representación vívida que la convirtió en una villana entumecida.

Un punto culminante de la fución fue el bajo Jongmin Park en el papel del duende del agua Vodník, un padre preocupado y protector de Rusalka.

Para este estreno en La Scala, la orquesta fue guiada con destreza a través de la desconocida partitura por el director checo Tomáš Hanus, que resaltó la belleza y la profundidad de la música en cada momento. Esta producción de Rusalka no solo marcó la primera vez que se presentó en La Scala, sino que llevó al publico a un mundo de magia, misterio y tragedia que perdurará en el recuerdo mucho tiempo después de haber bajado el telón.

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