Tadrón Teatro – Niceto Vega 4802 Palermo – sábados 21,30Hs
Elenco: Alejandra Akman – Adriana Bernardotti – Javier Brancos – Nora Glazer – Gustavo May – Fabiana Katz – José Otegui . Dramaturgia y Dirección: Rafael Calomino .
Vestuario: Diana Diaz Erpen – Sabrina López Hovhannessian. Escenografía: Norma Erpen – Diana Diaz Erpen – Sabrina López Hovhanessian. Música original: Rafael Calomino – Patricio Cortazzo. Producción Ejecutiva: El Brillo Ausente. Producción General: Gustavo May – Prensa: Alfredo Monserrat
La obra teatral «El Brillo Ausente» de Rafel Calomino, es una experiencia teatral intrigante y profunda que cautiva al espectador desde el primer momento. La trama gira en torno a la muerte de Javier, un amigo en común de un grupo de amigos, y se desarrolla en un ambiente de encierro, donde los personajes se ven obligados a enfrentar sus verdades más incómodas y oscuras, revelando una red de secretos que habian permanecido ocultos bajo un manto de silencio.
Desde el inicio, la obra engancha al público al poner a prueba los lazos de amistad y permitir que la verdad salga a flotar poco a poco. La lluviosa noche que encierra a los personajes en el departamento actúa como una poderosa metáfora de la tormenta emocional que se desencadenará en el interior de cada uno de ellos. La trama se desenvuelve como un intenso ajedrez, donde las culpas y responsabilidades se mueven con astucia y maestría.
Los seis personajes desempeñan roles esenciales en el entramado emocional de la historia. Calomino nos presenta un mosaico de personalidades y comportamientos que, en un principio, pueden parecer superficiales, pero a medida que avanza la obra, revelan su profundidad y complejidad. La tensión entre ellos aumenta a medida que se revelan las relaciones intrincadas que los unen y emergen conexiones ocultas desde las sombras.
El tema central de la obra aborda las máscaras que los seres humanos llevan en su vida cotidiana. Los personajes luchan con la dualidad de sus identidades, mostrando una cara al mundo y ocultando otra. Esta dualidad se refleja en la recurrente pregunta: «¿cuántas caras tenemos?», que resuena a lo largo de la trama. El proceso de enfrentar sus propias miserias y bajezas se convierte en un viaje catártico para el público, desafiándolos a reflexionar sobre la autenticidad en sus propias vidas.
El giro sorprendente de la muerte de Javier añade un elemento inesperado a la trama. La identidad del fallecido actúa como una fuerza motriz, revelando secretos y desconocidas relaciones con los demás personajes. La muerte se convierte en un catalizador para explorar las complejidades y contradicciones de las relaciones humanas.
El elenco, bajo la dirección también del propio Calomino compuesto por Alejandra Akman, Adriana Bernardotti, Javier Brancos, Nora Glazer, Gustavo May, Fabiana Katz y José Otegui, logra ingresar de forma ideal en cada rol y tejer temas universales como la amistad, el amor, la traición, la culpa y la supervivencia. Los diálogos auténticos y bien construidos permiten a los espectadores conectarse con los conflictos y dilemas que enfrentan los personajes.
El diseño de escenografía (Erpen – Hovhannessian) , con el escenario cerrado del departamento, refuerza la sensación de claustrofobia emocional que experimentan los personajes. Los espectadores se sienten inmersos en la historia, compartiendo las angustias y alegrías de los protagonistas.
En última instancia, la obra desafió las expectativas del género de comedia y logró mantener al público en tensión hasta el último momento, dejando una sensación de satisfacción y curiosidad, grabándonos que todos llevamos máscaras y que nuestras verdades más profundas pueden ser liberadas, aunque dolorosas.
En conclusión, «El Brillo Ausente» es una obra teatral poderosa que teje una red compleja de relaciones humanas y emociones, atrapando al público desde el principio hasta el final. Con giros sorprendentes y una exploración profunda de la condición humana, invita a la reflexión y al autoconocimiento. Esta experiencia teatral es inolvidable y sin duda una oportunidad que no se debe perder para aquellos que buscan una narrativa conmovedora y emocionalmente resonante.