miércoles, 8 de octubre de 2025
12.4 C
Buenos Aires

El Barbero de Sevilla Florece en la Arena di Verona: Entre Rosas de Plástico y Voces Ideales…

LECTURA RECOMENDADA

Il Barbiere di Seviglia (Melodrama hilarante en dos actos ) Música de Gioachino Rossini – Libro de César Sterbini – Director: George Petrou – Dirección, escenas, vestuario, iluminación: Hugo De Ana – Coreografía: Leda Lojodice

El Conde de Almaviva: Jack Swanson – Bartolo: Carlo Lepore – Rossina: Catherine Buachidze – Fígaro: Nicola Alaimo – Basilio: Alexander Vinogradov – Berta: Marianna Mappa – Fiorello/Ambrogio: Nicolò Ceriani – Un oficial: Dominic Apollonio. Orquesta, Coro, Danza y Técnicos de la Fundación Arena de Verona Maestro de Coro: Roberto Gabbiani – Coordinador de Danza: Gaetano Buoy Petrosino –Director de Escenografía: Michele Olcese –Bajo continuo: George Petrou (piano), Sara Airoldi (violonchelo) – Guitarra: Cristiano Alasia – Nuestra calificación: muy buena

En la icónica Arena di Verona, con la luna como testigo y las expectativas tan altas como los rosales de plástico de la escenografía, se levantó el telón de la eterna producción de Hugo de Ana, que lleva desde 2007 adornando la ópera como un florero olvidado en el salón. Y cuando digo «florero», no es una metáfora delicada: ¡literalmente! Un gigantesco jardín de rosas, que ya parecen parte del patrimonio veronés, domina el escenario, estático y grandilocuente, como si Rossini hubiera escrito un tratado botánico en lugar de una ópera bufonesca.

Pero hablemos de lo que realmente nos importaba: las voces. Si el jardín nos dejó un poco inmóviles, Jack Swanson y Nicola Alaimo hicieron todo lo contrario. Swanson, en su papel de Almaviva, no solo cantó, sino que floreció—más que las propias rosas de cartón—, con una agilidad vocal que hacía que cada nota rebotara más que el prosecco en mi copa. Y Nicola Alaimo… ¡ay, ese Figaro! Un verdadero huracán en medio de este jardín petrificado. Su «Largo al factotum» fue un espectáculo en sí mismo, llenando la Arena con una energía desbordante que contrastaba brutalmente con la inmovilidad de las flores. Figaro aquí, Figaro allá, y el pobre jardín sin moverse ni un pétalo.

Catherine Buachidze como Rosina fue una grata sorpresa. Con su voz cálida y poderosa, se plantó en escena como una de esas rosas gigantes, pero mucho más viva y vibrante. Su actuación fue todo lo que se espera de una mezzo joven: matices, carácter, y una seguridad que nos hace augurarle una carrera tan robusta como las raíces de esas flores que, al parecer, nadie se atreve a podar.

Fotos gentileza, Prensa Fundación Arena di Verona

En cuanto a Carlo Lepore como Bartolo y Alexander Vinogradov en el rol de Basilio, cumplieron su papel sin grandes sobresaltos, pero con la solidez que uno espera de veteranos. Lepore se movió con la comicidad precisa, casi como si intentara arrancar alguna emoción de las decoraciones estáticas, mientras que Vinogradov dejó caer «La calunnia» con ese bajo resonante que te hace pensar si las rosas alguna vez han escuchado una acusación tan grave.

Fotos gentileza, Prensa Fundación Arena di Verona

La batuta de George Petrou, precisa y elegante, logró mantener la frescura de la música de Rossini, incluso cuando la escenografía se resistía a moverse. Fue un contraste cómico entre el dinamismo de los personajes y la quietud abrumadora de ese jardín barroco que ya parece salido de un sueño de Almodóvar. Quizás un drama surrealista con rosas gigantes y personajes atrapados en sus propios decorados.

Al final, esta versión de Il Barbiere di Siviglia sigue siendo lo que es: una ópera deliciosa, interpretada por un elenco vocal de primera, pero con una puesta en escena que, si bien en su día fue fresca, ahora parece más bien el vestigio de un pasado que se niega a ser arrancado de raíz. Como ese último sorbo de prosecco, burbujeante pero un poco tibio, la producción dejó una mezcla de nostalgia y deseo de algo nuevo. ¡Brindemos por los cantantes, que lograron florecer en medio de un jardín qu es necesario podar!…

Mas articulos

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

ULTIMAS NOVEDADES

Entre camelias estáticas y la magia de Rossini, te ofrecemos un análisis irónico y agudo que cambiará tu visión de esta clásica producción.El Barbero de Sevilla Florece en la Arena di Verona: Entre Rosas de Plástico y Voces Ideales...